El pasado día 9 de noviembre, durante la celebración de la Vigilia de la Almudena, se presentaba el himno oficial de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid el próximo verano. Un himno que no está exento de polémica puesto que el propio director ejecutivo de de la JMJ11, Yago de la Cierva, ha reconocido que, aunque es una preciosa canción de oración al Santísimo, puede que no haya conectado del todo con los jóvenes, objetivo final de estas jornadas. De la Cierva ha abierto una puerta a los deseos de miles y miles de jóvenes que han expresado su malestar con el Himno oficial a través de numerosas páginas webs al afirmar durante las VIII Jornadas de Pastoral Juvenil de los Salesianos en Sevilla que la organización se ha planteado la posibilidad de convocar un concurso para dar cabida a otros estilos y a otros autores.
Desde el pasado día 9 han sido numerosas las críticas que, desde el respeto, ha recibido el himno escrito por monseñor César Franco, coordinador general de la JMJ y obispo auxiliar de Madrid y cuya música es del compositor y sacerdote Enrique Vázquez. No se le niega estética musical, ni belleza poética, ni dimensión trascendente al intentar acercar la tradición mística española a la realidad juvenil, pero si se le achaca cierto alejamiento de la realidad actual de la juventud cristiana, sobre todo en ciertos matices artísticos. Portales como Trovador.com, difusores de la música cristiana en todo el mundo, incluso habían recibido una cantidad ingente de propuestas de himnos de artistas católicos de nuestro país.
El himno en un acto juvenil de este estilo suele calar entre los participantes y con más fuerza tratándose, como en este caso, de una Jornada Mundial de la Juventud. Reciente tenemos el caso del "Receive the power" de Guy Sebastian y Paulini, que fuera himno oficial de Sydney 2008 (aleluya, aleluya...), el bellísimo "Venimus adorare eum" de Colonia 2005, el inolvidable "Emmanuel" de Roma 2000, compuesto por Marco Brusati... Todos permanecen en el recuerdo de cientos de miles de jóvenes en todo el mundo. Aunque me van a permitir que a un servidor le calara como pocos el "Somos los jóvenes del 2000" de Genrosso para la JMJ de Santiago de Compostela en 1989. Creo que los que estuvimos en aquel Monte del Gozo los días 19 y 20 de Agosto (y los días de preparación previos) nunca podremos olvidar, entre otras cosas, como se dice Camino, Vida y Verdad en los principales idiomas del Mundo.
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