Una vez terminado El Clásico me parece que ha sido lo de siempre. Ha sido un repasito del fútbol a las mamarrachadas. Ha sido el triunfo de un estilo, de una forma de jugar que nos enamora aunque seamos de otros equipos sobre un juego ramplón, de fuerza e individualidades que pierde los nervios en cuanto le vienen mal dadas. Jugadores que se enfadan con sus compañeros, agresiones al entrenador y a los jugadores rivales, negativa a comparecer ante los medios de comunicación, expulsiones provocadas, insultos entre entrenadores. Ese es el poso que está dejando Mourinho en el fútbol español.
A mi esto ni me va ni me viene. Bastante tenemos en el Atléti con sobrevivir en la Europa League y con meternos en la lucha por la clasificación en competiciones europeas. Pero si que me agrada ver como el estilo con el que España ha sido campeona del mundo, el estilo que impusiera Luis Aragonés, de toque, jugones y juego en equipo haya triunfado sobre la provocación, las bravuconadas y la marrullería.
Pero esto es muy largo y todavía pueden perder los dos muchos partidos. Esperemos que los suficientes para que Quique y los suyos pudieran acercarse. Ya sé que es improbable. También decían algunos que era improbable un 5-0 en el partido de esta noche... y yo acerté la porra del Hora 25.
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