miércoles, 14 de diciembre de 2011

La Alegría de la Alcazaba

- Ven, Lorido, que te voy a presentar a los amigos de Lolo - me dijo Juampe cuando apurábamos la copa -. No conoces a Pablo Julio, ¿no?.

Era su boda, la de uno de mis amigos del alma, Juan Pedro Martín Vélez. Se casaba con Susi, su novia de toda la vida, y Lolo, al que yo había conocido cuando tenía apenas 8 añitos jugando con las figuras del Pressing Catch, era el hermano pequeño de ésta. Lolo y sus compañeros de clase habían preparado una coreografía sobre una canción de Chayanne para la fiesta de fin de curso de los Maristas que representaron también en la boda.

- Pues mira, Pablo, este es mi amigo José Luis Lorido... trabaja en la radio, en Cadena 100. ¿No querías una oportunidad?

Así conocí a Pablo Julio. Lolo y él se vinieron a la radio, a El Rompeolas, el programa que yo tenía en las tardes de la Cadena 100 de finales de los 90. Hablábamos de fútbol, de cine, de televisión, de música... Unos meses más tarde, Lolo nos comunicó la incompatibilidad entre sus estudios y aquella "afición" y Pablo Julio se trajo a otro de sus amigos, Olmo. Decidimos dejar a Olmo casi toda la información deportiva y Pablo se encargó de internet. Mientras la red crecía y más y más gente tenía acceso a ella, Pablo recomendaba y comentaba tres o cuatro direcciones interesantes cada dí. Pero sobre todo hablábamos de Badajoz. De lo que pasaba en la ciudad, con los equipos de fútbol o baloncesto, de la floreciente vida en su facultad, Biblioteconomía y Documentación. Siempre con un tono que intentábamos fuera divertido y desenfadado, imitaciones de Llongueras, Txiqui Barros o Dinio incluídas.. Cierto día se me ocurrió llamarle Pablo Julio Martínez "La Alegría de la Alcazaba". Apelativo que, a partir de entonces, utilizaba siempre para saludarlo en antena.

Ahora queda lejos, pero recuerdo que lo pasábamos muy bien los tres, algo que creo que se transmitía a la audiencia de tarde o de mediodía, horario al que nos trasladaron la temporada siguiente, ya sin la etiqueta de El Rompeolas. Momentos entrañables como el Roscón de Reyes que nos trajo una agradecida oyente o la fila de gente con "plumas" y paraguas en pleno mes de Julio cuando se nos ocurrió dar las entradas de no sé que concierto solamente a las personas que se presentaran de esa guisa. También momentos muy divertidos, como la entrevista que nos concedió Adolfo Baines, portero del CD Badajoz, al que Pablo Julio llevaba varios meses imitando, haciendo una versión personal del cerrado acento navarro del guardameta.

En ese estudio de Cadena 100 fue donde Pablo me enseñó por primera vez las letras de La Caidita de Roma que había estado preparando. Pero eso ya es otra historia que intentaré contar otro día. No quiero ser reiterativo ni que mi amigo El Pescao me diga desde Chile: estancao! Se me agolpan los recuerdos y me gustaría plasmarlos aquí para que no se me olviden. Gracias por permitírmelo.