viernes, 22 de marzo de 2013
Sin fumar
Llevo diez días sin fumar. Cierto que buena parte de este tiempo he estado con fiebre, con tos o con los antibióticos y sus molestos efectos secundarios. No recuerdo que haya estado tanto tiempo sin fumar desde hace más de 20 años. Para mi sorpresa, la principal sensación no es la de echar de menos el cigarro. La principal sensación que tengo es de ansiedad, de unos nervios difícilmente explicables. Unos nervios que me están haciendo sacar algunas cosas de sitio (en general referidas a mi woodyallana hipocondria) pero que también me están haciendo estar más pendiente de otras cosas. Dicen por aquí que es cosa de cuatro semanas a lo sumo. Que luego esto se va pasando. Y que quedan las ganas de fumar. De momento de esas no tengo, aunque tenga un Juanito el Caminante en la mano. También tengo en contra que a mi me gusta el tabaco. Que, a parte de unos cuantos cigarros que fumaba compulsivamente, en general disfrutaba cada calada. Se me viene a la cabeza la posibilidad de fumar puros, de fumar uno o dos cigarros diarios, de fumar solo los fines de semana... se que nada de eso conduce a otro sito que no sea el volver al hábito del tabaco. Por los enanos y porque sigan teniendo un padre que no se asfixie a la primera de cambio. Por eso estoy sin fumar. Creo que es razón suficiente. Vamos a ver si aguanto!
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