Publicado originalmente en Iglesia en Camino (07/10/2012)
Tuve la suerte de conocer a Nico hace tantos años que ni me acuerdo de la canción que estaba cantando en ese momento. Fue en una Pascua Salesiana en la Casa de Puebla. El grupo que preparábamos las instalaciones y las actividades disfrutábamos cuando Nico, tras un duro día de trabajo, se colgaba la guitarra del cuello y nos enseñaba canciones de lo que él nos decía que iba a ser su primer disco. Ese año... o el siguiente nos mandó una casete (que bonito) con algunas de esas canciones bajo el título Al fuego de tu fe. Entonces La voz de los sin voz, Hacen falta brazos y otras se convirtieron en banda sonora de muchos de nuestros encuentros, de dinámicas de grupo, de celebraciones... Tiempo después nos llegó otra casete con el título La guerra y la no paz. Otro ramillete de buenas canciones nos rodearon transmitiendo arte y fe. Más tarde vendrían más discos, de diferentes estilos o parecidos, con gente o solo, incluso algún que otro concierto en nuestra Diócesis. Pero esos dos primeros discos tenían un encanto y un rollo especial.
Esos dos discos habían sido concebidos como continuación el uno del otro. O mejor dicho, como dos estuches donde guardar las joyas que Nico venía forjando desde hacía bastante tiempo. Para ello contó con la colaboración de la gente de Brotes de Olivo, que tanto bien han hecho en eso de anunciar el mensaje de Jesús mediante la vida y la música. Acompañando a Nico y a Brotes otro de los grandes: José Martínez de Edén, con los arreglos. El resultado fue sensacional, formalmente hablando, pero sobre todo fue un compendio de como hacer música cargada de Dios o de como anunciar la Palabra de una manera sobradamente artística pero cercana y encarnada en la realidad.
Toda esta chapa, todos estos recuerdos vienen a cuento porque la editorial Trovador ha decidido con muy buen criterio rescatar esos dos trabajos discográficos y ofrecerlos remasterizados y en formato digital bajo el título de Génesis y con el subtítulo “En el principio era la palabra” y la palabra se hizo canción. Precisamente rescatamos las palabras del propio Nico: "sale a la luz este CD con la única intención de que éstos dos trabajos, descatalogados y que habitan en cintas de casetes repartidas por esos mundos de Dios, vuelvan a estar presentes para celebrar juntos que seguimos “al fuego de la fe”, enraizados en el Dios de la Vida para hacer la “guerra” a cualquier forma de injusticia, de desesperanza, de exclusión, de marginación...". Nico ha contado para la remasterización con los equipos y técnicos de los estudios Santa Fe y no ha querido olvidar la dimensión caritativa de nuestra fe, destinando los beneficios obtenidos con la venta de este CD a la organización en favor de niños y jóvenes en situación de riesgo y exclusión social, que él mismo ha fundado, La voz de los sin Voz. De momento la distribución se realiza en su mayoría a través del la tienda on line de la editorial, Trovador. Yo ya tengo pedido el mío, por supuesto!
Esos dos discos habían sido concebidos como continuación el uno del otro. O mejor dicho, como dos estuches donde guardar las joyas que Nico venía forjando desde hacía bastante tiempo. Para ello contó con la colaboración de la gente de Brotes de Olivo, que tanto bien han hecho en eso de anunciar el mensaje de Jesús mediante la vida y la música. Acompañando a Nico y a Brotes otro de los grandes: José Martínez de Edén, con los arreglos. El resultado fue sensacional, formalmente hablando, pero sobre todo fue un compendio de como hacer música cargada de Dios o de como anunciar la Palabra de una manera sobradamente artística pero cercana y encarnada en la realidad.
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