#noeslomismo

Son ya más de dos semanas las que se extienden las concentraciones que en un principio estuvieran organizadas por Democracia Real Ya!. Dos semanas de especulaciones, discusiones, mentiras, tuiteos, asambleas, canciones, pancartas, tertulianos cabreados, comisiones, manifiestos, tres puntos si, tres puntos no, sol, lluvia, tormentas, intentos de desalojo, desalojos, palizas, celebraciones y, sobre todo, demasiada danza postmoderna. Dos semanas en las que lo que al principio parecía tan claro se ha vuelto una revolución, pero de propuestas descabelladas que parecen encaminadas a dejarse a gente por el camino que a proponer algo serio, realizable y asumible por todas las sensibilidades. Hay propuestas que van desde nacionalizar la banca hasta la derogación de la ley antitabaco. De la expropiación de viviendas vacías a la defensa de los derechos de los internautas. De la prohibición de la financiación pública de los partidos políticos a la prohibición de la financiación privada de los partidos políticos (?!).

De las dos cosas que me atraían de este movimiento queda claro que una de ellas, la voluntad afianzar nuestra democracia con medidas claras y directas, ha ido quedando diluida con tanto blablablá. La otra, la esperanza en la toma de conciencia social de una parte de la juventud sin futuro, parece continuar. Cierto que ya más desde el apoyo moral tuitero que desde la implicación directa (salvo arrebatos provocados por sucesos como los de la Plaza de Cataluña el pasado 27 de mayo). Continúan las asambleas y los grupos de trabajo, pero ya solamente espoleados por los más significados ideológicamente. El fervor de los primeros momentos e, incluso, me atrevo a decir que la novelería, ha ido dejando paso a las discusiones gordianas.

Pero este brillo de compromiso y reflexión, quiero dejar claro, comenzó a iluminar a una parte de nuestros jóvenes pues hay otros que siempre lo han mantenido. Junto a esos que han despertado y que algunos medios de comunicación se encargan de ensalzar y publicitar hay otros que llevan mucho tiempo entregando parte de su preciado tiempo a acciones sociales, que trabajan en comedores, que acompañan ancianos, que coordinan la animación de su barrio o parroquia. Y que otra parte de su tiempo la dedican a formarse, a crecer como personas, a ahondar en su fe, a escuchar cual es el compromiso que a ellos se les pide. Y no lo hacen desde el 15M. Hay muchos que llevan haciéndolo desde hace mucho más tiempo. Y seguramente que han continuado una labor que otros jóvenes ilusionados (más que indignados) ya realizaban anteriormente. Como digo, muchos de ellos han estado y están aun en las asambleas. Pero los medios no se ocupan de ellos. No son interesantes ni para los de un signo ni los de otro. Y además ya, poco a poco, van abandonándolas puesto que a ellos, personas de acción, tanta palabra vacua les cansa. Además ellos tendrán este verano en Madrid una gran asamblea donde, a buen seguro, se sacarán conclusiones y manifiestos mucho más interesantes, aunque a los medios de comunicación no les importe. Y serán, más... muchísimos más.