domingo, 27 de marzo de 2011

Sabores de Machín en Montijo

Sin lugar a dudas, el gran embajador de la música cubana en nuestro país fue Antonio Machín. El de Villa Clara, hijo de un emigrante gallego, representó durante décadas el papel de enlace entre las dos orillas del Atlántico, que otrora fueran un mismo país, con gustos similares en cuanto a la música, el arte y la vida. La de Machín en España fue una estancia larga y exitosa, desde su primer viaje en 1939 hasta su fallecimiento en Madrid en 1977. Setenta díscos, reconocimiento internacional, idolatrado en España, adorado en toda Latinoamérica... Machín es indudablemente la voz del bolero y de la balada romántica latina.
La música de Machín ha sido fuente de inspiración para innumerables artístas pero significativo es el homenaje que la Monty Jazz Ensemble bajo la dirección de Pedro Gutierrez ha realizado en compañía de la cantante de Puebla de la Calzada Fely Acevedo y con el amparo del colectivo cultural Creativajazz. La Orquesta Monty se fundó en la década de los cuarenta con Diego Gutierrez en la dirección.

Hasta su disolución en 1973, la Orquesta Monty contó con númerosos músicos de reconocido prestigio pero cabe destacar de entre todos ellos a Gabriel Acevedo, "El Chambo", quien fuera uno de los músicos que acompañara a Machín, tanto en grabaciones de estudio, como en sus numerosas giras. Hoy, los descendientes de la Orquesta Monty y del propio Chambo recuperan en Sabores de Machín (Promúsica) esa especial relación entre el genio cubano y nuestra comunidad autónoma. Una relación que, en su recuperación, además de musical e histórica se convierte, como es fácil entender, basicamente en sentimental.
Sabores de Machín nos ofrece algunos de los principales éxitos de Antonio Machín bajo una clave de jazz pausado, sentido y contenido a la vez. Lo Dudo, Contigo Aprendí, Quizás, Dos Gardenias se van deshojando poco a poco con la aterciopelada voz de Fely Acevedo como protagonista y el acompañamiento de la Monty Jazz Ensemble. Particularmente atractivas son la versión del clásico de Armando Manzanero Adoro, una pequeña delicia cantada a dos voces que se dan la réplica a través de las estrofas, y la realizada sobre la zamba de los argentinos Ariel Ramírez y Félix Luna Alfonsina y el Mar.

Este es, por tanto, un disco para que disfruten los amantes del bolero, los del jazz, los de las voces y los músicos extremeños, los de Machín, y los de la música en general. Una muestra de lo que se puede hacer en nuestra tierra con tesón, trabajo y cariño. Un producto, en definitiva, netamente extremeño realizado para el mundo entero.

Publicado en Iglesia en Camino (27-03-2011)

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