jueves, 11 de noviembre de 2010

¡Vaya Cruz!


Para Ortega y Gasset todos teníamos razón y ninguno la tenía. Para el genial filósofo madrileño del que El Guerra dijera aquello de "Hay gente pa'tó", la verdad única e indiscutible no podía tener presencia en la vida individual así como la verdad relativa, la de cada uno, era válida para un sujeto concreto y nunca para otro, por muy parecido que fuera "en sus circustancias".

La solución de Ortega fue relativamente (como no!) sencilla: coloquémonos cuatro amigos en los cuatro puntos cardinales del extremo de un bosque. Si miramos hacia éste veremos una sucesión más o menos ámplia de árboles pero, ¿vemos el bosque? ¿Cuál de los cuatro tiene una percepción más exacta del bosque? Si elevamos la perspectiva, ¿podremos entonces conocer lo que es el bosque en realidad o aunque todos nos situemos en la misma perspectiva siempre habrá un bosque oculto?

Este era uno de los pensamientos que le quitaba el sueño al maestro de filósofos españoles. Y hoy, en un colegio de Almendralejo que lleva su nombre, lo que le quita el sueño a la mayoría de padres es que más les van a prohibir los que se niegan a reconocer que su punto de vista de las cosas, que su perspectiva, es suya pero no es la de los demás. Les quita el sueño que las frustraciones de unos intolerantes condicionen algo tan "sagrado" como un Centro de Enseñanza.

En el Colegio Ortega y Gasset de Almendralejo se quiere quitar algo más que un crucifijo de una pared. Se pretende hacer callar a una amplia mayoría. Se quiere dejar sin voz a los cristianos. Se pretende sesgar la libertad religiosa en nombre de un supuesto estado laicista. No les queda clara a nuestros gobernantes la diferencia entre estado aconfesional (donde la religión está desligada de la administración y todas y cada una de las religiones, incluída la ausencia de la misma, son protegidas) y estado laico (donde no se reconoce el hecho religioso e incluso se persigue a los creyentes). El primero es una muestra de tolerancia, de respeto a las libertades de todos, cuya muestra más palpable son los Estados Unidos de América, donde nadie se tira de los pelos porque el Presidente asista a un acto religioso o porque en los billetes de dolar rece la leyenda "In God We Trust" (en Dios confiamos). El segundo es sinónimo de represión, persecución y ausencia de libertad, al igual que lo son los estados confesionales que en la historia han sido. Muestra de ello es la China comunista, Cuba, el Régimen Soviético o la Segunda República Española, por poner cuatro...

Hecha a medida de la pseudoprogresia anticlerical y anticristiana patria, la ley ampara a quien grita como un poseso por cualquier crucifijo en un centro educativo pero que colecciona Budas en la consola de la entrada de casa o se cuelga una mano de Fátima del cuello. La ley y la administración regional que ha corrido a satisfacer las peticiones del portavoz local del PSOE, Lorenzo Losada, actuando como mafiosos de poca monta cuando uno de los jefecillos de la Cossa Nostra se peleaba en un bar.

Ya está. Ya lo quitaron. Y según la ley nada pueden hacer los padres y madres del resto de alumnos del Colegio Ortega y Gasset más que patalear fuerte y marcharse a su casa. Tienen programada una manifestación para protestar pero serán acciones que no conduciran a nada porque los otros están pegados a un árbol y, sin embargo, se creen en posesión de la verdad absoluta de lo que es el bosque.¿Nos prohibiran llevar la medalla de María Auxiliadora o la Cruz de Caravaca o un modesto crucifijo de madera o poner la estampa de la Virgen de Fátima en el cabecero de la cama del Hospital o la imagen de San Cristobal en el coche o rezarle a San Antonio cuando se nos pierde algo o decir "Jesús" cuando alguien estornuda o "Adios" al despedirnos o santiguarnos en público o que suenen las campanas de la Catedral o mirar obras de Zurbarán o comer pescado los viernes de Cuaresma o escribir la carta a los Reyes Magos o emocionarnos con el paso de la Esperanza bajo su palio o... ? ¿No podremos recordar la obra literaria de Santa Teresa o San Juan de la Cruz o asombrarnos con la grandiosidad de las Catedrales Góticas? ¿Nos permitirán leer los libros de Sánchez Adalid, es más, dejarán que un cura sea uno de los autores españoles con más éxito? ¿Se modificará el mensaje de Gandhi o Martin Luther King por la profunda carga religiosa que porta? ¿La Madre Teresa será borrada de la historia como hacían los líderes soviéticos con quien les molestaba? ¿Se le impedirá su trabajo a los miles y miles de misioneros, voluntarios y técnicos que luchan cada día, cada hora, cada minuto por ser la voz de los sin voz? ¿Se cerrarán los centros asistenciales que mantiene Cáritas (la Iglesia) en nuestro país a traves de sus distintos programas? ¿Se prohibirá la labor (reconocida por los Premios Príncipe de Asturias) de Manos Unidas y sus proyectos en todo el mundo?

Y de don Lorenzo y de su esposa (o lo que sea, pareja en todo caso) espero que estas Navidades lleven a sus hijos a clase o que en Semana Santa hagan lo propio en vez de marcharse donde se marchen de vacaciones los pijoprogres. Se trata de fiestas cristianas, sería de todo punto incoherente.

PD: si arreglar la Educación de nuestros hijos se basara en quitar un crucifijo de la pared, seguramente la mayoría de padres irían y lo quitarían con sus propias manos. Lo sangrante es que no sirve para nada (unicamente para aumentar la crispación).

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