Se me ocurren ciento once mil quinientas una maneras graciosas de justificar la derrota del Atlético de Madrid en la Final de la Copa del Rey. Y otras tantas aludiendo al poco fútbol y la bronca desplegada por el Sevilla. Pero no. Esto lo tenía pensado de pé a pá antes del partido de esta noche y solo dudaba cual iba a ser el título.
El Atléti de este año era un equipo desahuciado. Un equipo al que solo la llegada de Quique hacía tener una esperanza: la salvación. Quique le ha dado lo que nadie esperaba: un título europeo. No lo esperaban ni los seguidores más acérrimos, que pensaron que en Liverpool tenia este tren su última parada. No lo esperaban los simpatizantes de otros equipos, que ingeniaban miles de chascarrillos para reirse del "Pupas". Pero, sobre todo, no lo esperaban los miles y miles de niños que nunca habían conocido a un Atléti campeón y que se han llevado esta temporada la ilusión de su vida, algo que recordarán para siempre: el día en que su padre gritaba como loco "U-ru-gua-yo, u-ru-gua-yo" y en el que presumieron de camiseta delante de los compis del cole.
Este Atléti es así. Capaz de ganar una final europea al equipo que había hecho cuatro goles a la Juventus y perder una del Rey frente a un equipo de bronquistas. Este Atléti es así: el último equipo romántico, el equipo de los sufridores, el de la manera de ganar y la manera de palmar, el "Pupas".
Pero ya va siendo hora de que los dirigentes del Atlético de Madrid se vayan deshaciendo de la desafortunada frase de Vicente Calderón después de perder con el Bayern ("Somos el Pupas") y pensar que esta afición, que los millones de simpatizantes en todo el mundo y que, sobre todo, esos niños que ya han visto a un Atléti Campeón, necesitan de otra cosa.
Queda muy gracioso el Himno de Sabina. Queda muy bonita y original la publicidad. Quedamos estupendamente diciendo que no sufrimos el día de los del Jamón Petao (copyright by Leti), que sufrimos más los dos añitos en el infierno. Pero, no sé vosotros, colchoneros de toda raza y condición, yo estoy hasta los mismísimos huevos de ser los indolentes del fútbol español.
Quede claro que felicito al Sevilla. Que felicito a David y a su padre, que lo estarán pasando de miedo. Que felicito a Luis y a su abuelo, que ha disfrutado más con su equipo del alma mirándolo desde arriba que en carne mortal. Felicito a Del Nido y a Monchi (que a los dos "le brilla, le brilla, le brilla"). Y felicito a todos los sevillistas que están disfrutando por quinta vez una gloria que los colchoneros hemos disfrutado ya nueve veces. Lo siento por Girol, los Maya, Rubén, el Pato y tantos amigos béticos que mañana soportarán un día horrible. Felicito a ese equipo que nunca tuvo mis simpatías mientras vivía en la capital hispalense pero que me ha ido ganando en los últimos años.
No pudo ser. Este es el Atléti. Hasta cuando?
Felicidades, Campeones de Europa! Y felicidades al Uruguayo, que hoy era su cumple. Ahora ya sabéis lo que es el Atléti! Disfrutadlo cómo disfrutásteis la semana pasada. Dios os lo compensará.
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