Los que seguimos a la banda de Devon, aunque sea desde la distancia, sabemos de sus rarezas, excentricidades y, sobre todo, de las locuras de Bellamy. La última de ellas ha sido actuar en la RAI.
No es que actuar en la cadena pública italina sea algo que sorprenda (estamos en promoción y hay que hacer todas las radios y televisiones posibles), es más bien la forma de hacerlo: mirad el vídeo anexo (los del caralibro tendrá que buscar abajo el "artículo original").
----trankis, que yo espero----
¿Nada raro? Observad bien al batería. Bien, si has mirado al que canta en este vídeo es que conoces a Dominic Howard y es que en este vídeo están cambiados los tres miembros de la banda. Wostenholme a los teclados y guitarra, Howard al bajo y vocals y, por supuesto, Bellamy a la batería y payasadas.
¿El motivo? Pues que los responsables del programa exigieron que la actuación fuera en playback y ellos, erre que erre, que no, que tenía que ser en directo. Y de ahí esa alternancia en las funciones musicales habituales... pa joder, más que nada.
No he entendido nunca porque los artistas se en empeñan en salir en la tele en época de promoción. Se les ningunea en la mayoría de las ocasiones, cuando no se les maltrata abiertamente con públicos anacrónicos y/o fuera de lugar. Aún recuerdo esos miniconciertos de pega de Barón Rojo en Tocata, con los bailarines de la sección de Abellán poniendo cuernos con las manos con un polo rosa de Lacoste puesto y un jersey de pico en los hombros. O las actuaciones de Pereza en Noche de Fiesta con la pandilla de Pepa y Avelino entre el público.
Y todavía se entiende menos cuando saben de hecho que quienes venden sus discos son las radios, programándo las canciones una y otra vez, haciendo de correa de transmisión de los fans, haciendo entrevistas documentadas y no las tres preguntas que le ponen a la modelo de turno que va a despedirlos en la tele.
Y, todavía más, con la mayoría de las radios musicales más pendientes de los oldies but goldies, internet y concretamente spotify y youtube.
¿Cuantos os habéis comprado un disco por una actuación de los especiales de fin de año? ¿Cuantos por haberlo visto en El programa de AR? Y ahora ¿cuantos por haberlo escuchado en la Jungla o en Conservas Escalada, o de número 1 de 40 o en el programa de Gomaespuma? ¿cuantos porque un amigo te mando un enlace del youtube o lo colgó en alguna red social? ¿Por qué la gente de producto de las discográficas, salvo honrosas excepciones, confía más en llevar a un artista a hacer de decorado a una tele que a una radio?
Y no me vale la diferencia entre audiencias: si tengo que vender hamburguesas de ibérico, venderé más en un pequeño pueblo de Nebraska, con pocos habitantes pero enamorados de la carne picada, que en La Meca en época de peregrinaciones, por mucha gente que vaya a ver la Kaaba. Y para muchos, música como la de Muse es casi galufo.
Aparte de todo esto: The Resistance, una pasada. De verdad, recomendable. Ya me extenderé con él otro día.